He esperado que pasara unos días de su fallecimiento para escribir algunos párrafos porque, sinceramente, me impactó la muerte de un gran amigo con el cual pasé momentos inolvidables: Arcadio Díaz, hombre visionario y trabajador incansable.
Su visión de la moda, como le comenté a una colega, lo
motivó a darle un cambio significativo a una de las prendas importantes en el
armario del hombre, hasta convertirla como pieza favorita de las mujeres.
Arcadio: hombre sencillo, afable, respetuoso y certero en los cortes y selección de las telas que utilizaba en la confección de las chacabanas y otras piezas, hasta convertirlas en tendencias de la moda. De ahí que se ganara el título de “Rey de las Chacabanas”.
Extendió su trabajo impecable en el mercado nacional e
internacional, en su amada Venezuela, donde instaló varias boutiques, en el
país tanto en la capital como en Punta Cana y Cap Cana. Algunas desaparecieron por
la pandemia del Covid.19.
Arcadio Díaz prefirió los colores pasteles y fue el primer diseñador que utilizó el color rosa en una prenda para hombre, sin obviar los demás tonos: verde limón, amarillo, azul cielo, blanco hasta tocar los fuertes como el rojo, fuscia, amarillo “pollito” y demás variedades de su extensa paleta.
Díaz fue maestro de muchos aspirantes al diseño de
moda hasta convertirlos hoy en reconocidos diseñadores. Su trabajo se puede
observar, además, en elegantes trajes y camisas para caballeros, en floreados
vestidos para damas, en sencillos y elegantes trajes para niños y niñas, en fin
un gran hombre, un gran profesional, con una impronta difícil de olvidar.
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