Aunque no tienen épocas, porque se pueden llevar cuando se plazca en los colores de preferencia, hay momentos en que cualquier textura puede “ponerse” de moda y en este caso ahí están los lunares o bolas.
Un tipo de estampado
muy original porque se usa en su mayoría en
colores blancos, negros, rojos y azules oscuro en vestidos, blusas, faldas y pantalones.
Las joyerías, bufandas, zapatos, sombreros, monederos
o sobre de mano y cinturón son los accesorios favoritos para lucirlos acorde
con la ocasión y la prenda seleccionada.
Por ejemplo, lucir un vestido con lunares dependerá si
se escoge el accesorio correcto, si no se toma en cuenta ese detalle, el resultado podría ser un fiasco.
Un vestido de lunares, no importa el color,
generalmente se lleva sobre las rodillas
con unos accesorios adecuados al estilo de la prenda. Si lleva vuelos en
el corpiño y en las mangas podría lucir muy recargado.
El estilista aconseja que si el vestido es de lunares
blancos y negros se debe acentuar con un par de piezas de joyería del mismo
color y resaltarla con una bufanda o sobre de mano de color rojo, verde,
amarillo o azul.
En caso de que se desee variar esa clase de accesorios, una flor roja natural
o artificial en el pelo o en la cintura es ideal. El zapato de tacón y
sandalias lucen espectaculares con estas prendas, pero hay que olvidarse de
esos complementos de varias tiras y menos en estos momentos en que están super
de moda las rodeadas en las piernas sobre los tobillos.
No se puede, obviar las faldas largas y anchas que
están muy de moda y que en estos lunares lucen maravillosas, acompañadas de un
top y, también las minis que nunca dejan de ocupar su espacio en el armario.
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