Según el New York Times, la Gen-Z lleva un tiempo cambiando el antiojeras por productos de maquillaje marrones para acentuar la sombra bajo los ojos, en lugar de esconderla.
Este trabajo fue publicado en El País,
de España, escrito por Amaia Odriozola.
“¿De verdad los adolescentes envidian nuestras
ojeras?”, se preguntaba también The Cut. Teniendo en cuenta que son la
expresión más evidente de agotamiento (aunque esto solo sucede con las
azuladas, que aparecen por la dilatación de las venas de la zona como resultado
del cansancio; las otras, las oscuras, se deben a una excesiva producción de
melanina determinada por la genética) es normal que hasta ahora todos los
artículos y tutoriales que pudiéramos buscar en Google sirvieran para
eliminarlas, borrarlas y camuflarlas. Que si pigmento amarillo para las
primeras, que si anaranjado para las segundas.
La nueva
tendencia parte de la idea de que las ojeras deben normalizarse, ya que son
algo que todos tenemos en algún momento de la vida.
El fenómeno
de las ojeras bonitas se puso en marcha cuando una chica de 19 años llamada
Sara Carstens subió a TikTok un tutorial sobre cómo enfatizar las suyas que
acabó haciéndose viral.
La moda de
entronizar cierta derrota desde la estética no debería sorprendernos: en la
década de los noventa que ahora tanta nostalgia provoca se llegó a glorificar
el aspecto enfermizo asociándolo al grunge y a otras tendencias del momento,
con Kate Moss en aquellas fotos tan cool de Corinne Day y Davide Sorrenti,
convertida en la imagen del heroin chic con unas ojeras muy pronunciadas y todo
terrible que implicaban.
Hoy la ojera
gana una nueva perspectiva y su romantización trae consigo una connotación
mucho más luminosa. Un mensaje de aceptación que evoluciona ahora al escapismo:
en el último mes de pasarelas, en el que firmas y diseñadores han presentado
sus propuestas para la primavera de 2022, es imposible no apreciar el
maravilloso maquillaje con el que han puesto un nuevo foco en la mirada.
Los “pop
eyes” tienen un 102% más presencia que en la primavera de este año, con
preciosas versiones en MSGM, Proenza Schouler, Del Core, Rodarte, Lanvin,
Valentino, Prabal Gurung o Marrknull, según cualifica Tagwalk. En muchas de
estas firmas las cuencas inferiores de los ojos aparecen decoradas con tonos
alegres, diseños geométricos e incluso aplicaciones brillantes, un maquillaje
de evasión que habla de ganas de celebración, de fantasía, de optimismo.
El vídeo de
Carstens ha dado también el salto a otras plataformas como Instagram y de ahí
la idea ha ido evolucionando en algo cada vez más bello: reconocidos Make Up
Artists como Lisa Bultler, Lucia Pieroni o, en nuestro país la gurú del
maquillaje Noemí Nohales están explorando las nuevas fronteras del pincel bajo
los ojos.
«Necesitamos color y maquillajes que nos
acerquen a todo lo que ha estado ausente en los últimos tiempos, como los
festivales, son una forma de libertad y expresión», explica Nohales.
Con colores
llamativos y fluorescentes y trazos artísticos, esta nueva manera de utilizar
el delineador provoca una belleza optimista, festiva y radiante que funciona
como un termómetro del estado anímico general. Nace así un tercer tipo de
ojeras que se realzan, se celebran y se embellecen.
A la hora de
lanzarse, lo más importante para que quede bien es «preparar la piel y dejar un
rostro bonito, así será más favorecedora esta fantasía.
También hay
tener en cuenta la gama de color (los tonos neutros siempre son menos
arriesgados) y saber que las líneas finas o muy difuminadas suelen quedar mejor
a todos tipo de rostro«, añade Nohales. Además de cierta dosis de atrevimiento,
hay que conocerse: «Es fundamental conocer el estilo y el visagismo de cada
persona.
Habrá quienes que no se vean favorecidas con
la línea inferior por su forma del ojo. En ese caso podríamos adaptarlo
dibujando solo la línea inferior hacia el rabillo del ojo en dirección a la
sien o el pómulo».
¿De verdad podríamos llevarlo? «Una aplicación
real para el maquillaje de la calle podría ser marcar la parte inferior del ojo
con alguna sombra o lápiz colorido o irisado. También existen plantillas
adhesivas muy fáciles de aplicar, y las hay con mucha variedad, desde
brillantes hasta diferentes formas o dibujos», añade esta experta.
Las lágrimas-joya: una propuesta de
Etro.
La mirada de
Etro, creada por la Make Up Artist Lisa Butler, lleva la inspiración bohemia al
maquillaje. Las ojeras de las modelos llevaban pedrería que reflejaba la luz y
tachuelas que iluminaban el área debajo de los ojos.
(Este trabajo fue publicado en El País,
de España, escrito por Amaia Odriozola).
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